Teofania d’Adamo Las envenenadoras de Sicilia fueron muy famosas, tristemente famosas, pero entre todas llevóse la palma Teofania d’Adamo, la "Gnura Tufana" o Tofana, nombre que después sería aplicado a otras envenenadoras. La primera Tofana, de la que aquí hablamos, fue ejecutada en Palermo en 1633, la segunda murió tranquilamente según se dice en Roma en 1651 y la tercera se retiró a un convento en Roma, desde donde salió para el patíbulo el año 1780. Aquellas Tofanas, que dieron nombre al veneno, utilizaban un compuesto de jugos de hierbas que no dejaban huella en sus víctimas, matándolas sin que los médicos pudiesen conocer la naturaleza del mal. Su clientela estaba compuesta por mujeres generalmente, que querían deshacerse de sus maridos, o por personas que tenían prisa en heredar y recurrían a la Siñora Tufana para que les ayudase a enviar al otro mundo al familiar que se lo impedía. Todos los odios e iniquidades más repugnantes frecuentaban la casa de aquella muje