No estoy muerto, solo ando de vacaciones
Queridos lectores, lectoras y ese 3% de gente que jura que me lee “por accidente”: hoy no vengo a iluminarles el cerebro con datos científicos envueltos en sarcasmo fino. Hoy vengo a decirles algo que, por alguna razón, en este país siempre suena a traición: me tomaré un descanso
Sí, así como lo escucha. El que pasa la vida diciéndoles que el estrés mata más que la mala alimentación, el que les recuerda cada semana que el cortisol no es un condimento, el que les explica por qué el capitalismo les exprime hasta las ganas de llorar… ese mismo, decidió descansar.
Perombe compa, Respire. No pasa nada.
O bueno, sí pasa: no habrá columna hasta enero. Yo sé, yo sé… es devastador. Encima del stress de no tener presidente todavía, vengo yo a causarles mas ansiedad con esta noticia.
Me imagino que algunos ya deben estar buscando recomendaciones de terapia, hablandole a su psicologo favorito.Otros preparando cadenas de oración para que vuelva antes, y los más extremos quizás exigiendo mi reemplazo con un verdadero "influencer" motivacional que hable de “vibrar alto”. Pero no se preocupen: ninguno de esos planes funcionará. Aqui no hay CNE ni sospecha de fraude.
Me voy porque ustedes también necesitan un descanso de mí. No lo digo con ego, lo digo con compasión. Uno no puede exponerse a tanta ironía acumulada sin que el alma empiece a pedir garantías. Y yo, que los quiero tanto (aunque no se note entre tanta puteada), prefiero volver en enero renovado, recargado y listo para seguir explicándoles el mundo y las pendejadas de nuestra política criolla mientras nos reímos de su miseria estructural.
Además, seamos honestos: después de soportar este año entero conmigo, ustedes se han ganado el derecho de extrañarme.
Y yo me he ganado el derecho de desaparecer un rato sin que me llamen ingrato.
Aun así, antes de irme, quiero decir algo serio: sí, serio, no se asuste: dura poco:
Gracias
Gracias por leerme, por compartir estas columnas, por convertirme en parte de sus rutinas, por escribirme mensajes que a veces son elogios y a veces amenazas pasivo-agresivas (“si no publica hoy me arruina la mañana”, "siempre te leo, cabron"). Gracias por su fidelidad, por no huir ante el humor negro, por aguantar mis analogías científicas y por seguir aquí incluso cuando el tema de la semana les dio más ansiedad que respuestas.
Gracias también a los editores del diario MAS NOTICIAS TV quienes en su infinita inocencia creen que todavia hay alguien a quien le importe mi opinion.
Nos vemos en enero.
Vuelvo descansado, insolente, y listo para seguir educando a la pobrería con amor, crueldad controlada y mucha evidencia científica.
Cuídense.
O al menos, intenten que el caos no los mastique vivos antes de que regrese. Y recuerde que gane quien gane, todos perdemos.
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