El Apagón Gringo: Cuando Estados Unidos Apaga las Luces y el Mundo Tiembla
Bienvenidos, mis queridos sobrevivientes del apocalipsis, a otro episodio de Educando a la Pobrería. Hoy venimos con un tema internacional, de esos donde uno dice: “¿Y a mí qué me importa?
Pero si, mi gente, si nos debe importar. Hoy vamos a hablar del cierre del gobierno federal de los Estados Unidos.
Sí, escuchaste bien: el país más poderoso del planeta dejó de funcionar porque sus políticos no se pusieron de acuerdo.
O sea, básicamente… se hondureñizaron por unas semanas.
🔥 PRIMER ACTO: ¿QUÉ ES ESO DE ‘CERRAR EL GOBIERNO’?
En Estados Unidos, cuando el Congreso no aprueba el presupuesto a tiempo, el gobierno literalmente apaga las luces:
Cierran museos.
Cierran parques nacionales.
Ponen a miles de empleados públicos a dormir sin salario.
Y muchos servicios quedan congelados como pollo de supermercado.
Imagínate que aquí en Honduras, si el Congreso no aprueba el presupuesto, cerraran el IHSS, el Hospital Escuela, los juzgados y hasta Copeco.
Bueno… Copeco ya vive cerrado, pero vos me entendés.
Este cierre más reciente fue el más largo de la historia moderna de EE.UU.
Y todo porque no podían ponerse de acuerdo sobre un tema que allá es casi tan sensible como aquí hablar de política, religión o fútbol: la salud.
💊 SEGUNDO ACTO: ¿QUÉ TIENE QUE VER EL OBAMACARE EN TODO ESTE RELAJO?
Aquí viene la novela.
Estados Unidos tiene un sistema de salud más complicado que las relaciones familiares hondureñas en Navidad después de tres guaros.
Voy a tratar de explicar como es el sistema de salud gringo:
¿Cómo funciona el sistema de salud en Estados Unidos?
En pocas palabras: es un enredo caro, fragmentado y profundamente desigual, pero con tecnología de punta.
Estados Unidos NO tiene un sistema de salud universal como tal. Tiene un mercado de seguros, con programas públicos solo para ciertos grupos.
1) Seguro privado — La columna vertebral del sistema
La mayoría de estadounidenses obtiene su seguro a través del empleador.
Si no lo dan en el trabajo, la gente debe comprarlo por su cuenta, usualmente carísimo.
Los seguros privados son empresas que buscan ganar dinero, así que ponen reglas, excepciones, deducibles altos, copagos, etc.
Antes rechazaban gente por “condiciones preexistentes” (diabetes, asma, cáncer previo). La ACA prohibió eso.
2) Medicare — Para mayores de 65 años y personas con discapacidad
Es público.
Cubre hospitalizaciones, consultas, medicamentos (algunos planes).
No es 100% gratis: requiere pagos mensuales y deducibles.
Aun así, es uno de los programas más populares.
3) Medicaid — Para personas con ingresos muy bajos
También es público.
Cada estado decide quién califica y qué cubre.
En algunos estados, es relativamente generoso; en otros, casi imposible de obtener.
La ACA permitió expandirlo… pero varios estados se negaron.
4) Mercados de seguros (“Obamacare”)
Son plataformas donde personas sin seguro laboral pueden comprar planes privados con subsidios.
Ahí es donde surge la pelea política: esos subsidios cuestan dinero, pero sin ellos la gente no puede pagar.
Resultado general del sistema estadounidense:
Muy buena medicina, muy mala accesibilidad.
El país más rico del mundo… donde una enfermedad puede quebrar financieramente a una familia.
Mucho del debate político gira en torno a quién paga por qué.
La mayoría depende de seguros privados, que son caros como la universidad privada, pero sin descuento por pronto pago.
Otros dependen de programas públicos como Medicare y Medicaid.
Y luego están los que no tienen suficiente ingreso ni para pagar una aspirina… y ahí entra el famoso Obamacare.
¿Qué es Obamacare?
Es la Ley de Cuidado de Salud Asequible: un intento de que la gente no muera endeudada por pagar una operación de apéndice.
Entre otras cosas, creó subsidios para que los seguros no costaran un riñón (ni figuradamente ni literal).
Peeero… esos subsidios tenían fecha de expiración, como las relaciones de verano.
Y llegaba el momento de decidir si se extendían o no.
Los demócratas dijeron: “Extendámoslos, que la gente necesita seguro”.
Los republicanos dijeron: “No los metan en el presupuesto, discutámoslos aparte”.
Y como no hubo acuerdo, se fue todo al carajo.
Resultado: el gobierno cerró porque no se pusieron de acuerdo sobre cuánto apoyar a la gente para que pueda pagar seguro médico.
Es decir:
En Honduras el problema es que no hay sistema.
En Estados Unidos el problema es que hay sistema pero nadie quiere pagarlo.
Ironías de la vida.
💥 TERCER ACTO: LAS CONSECUENCIAS DEL APAGÓN GRINGO
Ahora, ¿qué pasó mientras el gobierno estaba apagado?
Escuchá:
Miles de empleados públicos se quedaron sin salario.
Procesos administrativos quedaron congelados.
Muchas oficinas cerraron.
La economía perdió miles de millones.
La reputación del país quedó como cuando uno ve a un doctor comprando guaro: se sabe que no debería pasar, pero pasa.
Pero lo más grave fue lo que no se resolvió:
Los subsidios del Obamacare quedaron en el limbo, y millones de personas podrían enfrentar aumentos brutales en sus seguros de salud.
O sea: el gobierno reabrió… pero el problema sigue ahí, como la humedad en las casas hondureñas.
🌎 CUARTO ACTO: ¿Y A NOSOTROS, LOS HONDUREÑOS, QUÉ MIERDAS NOS IMPORTA TODO ESTO?
Ah, pero sí importa.
Y mucho.
1. Remesas y economía
Si el gobierno federal se apaga, la economía se frena.
Si la economía se frena, hay menos horas de trabajo para migrantes.
Si hay menos horas, hay menos remesas.
Y si hay menos remesas… abuelita se queda sin sus 100 dólares mensuales y sin medicinas para la presión.
O sea: un cierre allá significa dolor de bolsillo aquí.
2. Procesos migratorios atrasados
Durante el cierre:
Menos citas.
Menos procesamiento.
Más retrasos.
Más angustia.
Tu primo que está esperando TPS, asilo o residencia… pues que se siente cómodo, porque va a esperar aún más.
3. Ayuda internacional y cooperación
Muchos programas de USAID, salud, educación, seguridad alimentaria y combate al narcotráfico dependen del presupuesto federal.
Si el gobierno se cierra, nadie firma nada.
Nada se mueve.
Nada se aprueba.
Y los programas en Honduras quedan como WhatsApp sin internet: congelados.
4. Mercados globales
Un cierre prolongado da señales de inestabilidad financiera mundial.
El dólar se mueve.
Los bancos se asustan.
La gente compra menos.
Y ¿a quién jode esto?
Pues a países pobres y dependientes como Honduras, que vivimos de exportar café, banano y maquila.
5. La salud misma
Irónicamente, si allá no extienden los subsidios del Obamacare, habrá millones sin seguro.
Eso significa más migración.
Y ya sabemos por dónde pasan esos migrantes: por Honduras.
Esto se convierte, otra vez, en nuestro problema.
🎤 QUINTO ACTO: CIERRE FILOSÓFICO-IRÓNICO
Así que sí, mis queridos oyentes:
Cuando Estados Unidos se apaga, el mundo entero siente el apagón.
Porque cuando el gigante estornuda, nosotros nos enfermamos… y ni siquiera tenemos acetaminofén en el Hospital Escuela.
El cierre del gobierno federal no solo es una pelea de demócratas contra republicanos.
Es un espejo de lo frágil que es incluso un país poderoso cuando su política se convierte en pleito de mercado:
“¿Pagamos la salud o no la pagamos?”
La respuesta parece fácil…
pero cuando metés intereses, ideología y elecciones, el sentido común desaparece más rápido que los medicamentos en una bodega de la Secretaría de Salud.
Así que hoy aprendimos que:
Los gringos cerraron su gobierno por no ponerse de acuerdo en cómo pagar la salud.
El mundo tembló.
Honduras también.
Y la novela todavía no termina, porque los subsidios siguen sin resolverse.
Gracias por leer Educando a la Pobrería.
Hasta el próximo episodio… si es que algún gobierno del mundo sigue abierto para entonces.
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