LAS FAKE NEWS

DR HUGO A. FIALLOS


Introducción

¡Bienvenidos a un nuevo episodio de Educando a la pobrería! Soy Hugo Aljandro Fiallos, y hoy vamos a meternos en un tema que nos afecta a todos, desde el que está comprando el pan hasta el que está revisando el celular en el camión: las fake news. Sí, esas noticias falsas que te hacen creer que el mundo se acaba mañana o que el jugo de limón cura todo. ¿Por qué existen? ¿Quién está detrás? ¿Y cómo no caer como pendejo en la trampa? Hoy vamos a desmenuzar este rollo, así que agarra tu café, tu chela o tu refresco, ¡y vámonos!
Primero, una pregunta rápida: ¿Alguna vez compartiste algo en WhatsApp o en redes que luego resultó ser falso? Yo confieso que una vez caí con eso de “si no reenvías este mensaje a 10 personas, te hackean el celular”. ¡No me juzguen!
Pero en serio, las fake news están por todos lados, y hoy vamos a aprender por qué existen, quién las crea y cómo protegernos. ¡Empecemos!

¿Qué son las fake news y por qué nos importan?

Para empezar, dejemos claro qué son las fake news. En español, son noticias falsas, información inventada o manipulada que se hace pasar por verdad. No es solo un chisme de vecindad, no, no. Hablamos de titulares como “¡Encontraron un OVNI en Chiapas!” o “¡Esta planta cura el cáncer en tres días!”. Suenan creíbles, pero son puro cuento.¿Por qué nos importan? Porque las fake news no son solo un chistecito. Pueden cambiar cómo pensamos, cómo votamos, o hasta cómo cuidamos nuestra salud. Por ejemplo, durante la pandemia, hubo rumores de que tomar dióxido de cloro curaba el COVID. Spoiler: no solo no cura, sino que es peligroso. Y aún así, miles lo compartieron y algunos hasta lo probaron. Eso es el poder de una mentira bien contada.Las fake news se mueven rápido porque vivimos pegados al celular. Un mensaje en WhatsApp, un post en X, un video en TikTok, y ¡pum!, en minutos todo el mundo lo cree. Pero, ¿quién está detrás de estas mentiras? Vamos a descubrirlo.

Dato curioso: Según un estudio del MIT, las noticias falsas se comparten seis veces más rápido que las verdaderas. ¿Por qué? Porque nos encanta el drama, ¡admítanlo! Un titular que dice “¡Terremoto viene mañana!” vende más que “Todo está tranquilo, sigan trabajando”.

¿Por qué existen las fake news? Los motivos detrás de la desinformación

Ahora, la pregunta del millón: ¿por qué alguien se tomaría el tiempo de inventar estas cosas? No es que se levanten un día y digan “¡Voy a hacer enojar a medio mundo!”. Bueno, algunos sí, pero hay razones más grandes. Vamos a desglosar los principales motivos por los que existen las fake news. Agárrense, que aquí vienen las razones de peso.

1. Dinero, billete, lana:
El primer motivo es bien sencillo: la plata. Hay sitios web que viven de clics. Cada vez que entras a una página con un titular tipo “¡Famoso muere en accidente!” o “¡El secreto que los doctores no quieren que sepas!”, ellos ganan dinero por publicidad. No les importa si la noticia es falsa, solo quieren que hagas clic. Por ejemplo, en 2016, durante las elecciones de Estados Unidos, hubo páginas que inventaban noticias sobre candidatos solo para generar visitas. ¡Y funcionó! Algunos hasta se compraron carros con las ganancias.

2. Poder político e ideologías:
Otro motivo grande es la política. Las fake news son como armas para convencer a la gente de votar por alguien o en contra de otro. Por ejemplo, en México, hemos visto cadenas de WhatsApp diciendo cosas como “Si votas por fulano, te van a quitar la pensión”. ¿Suena familiar? Estas noticias buscan meter miedo o enojo para que pienses como ellos quieren. No importa si es de izquierda, derecha o de Marte, todos los lados han usado fake news para manipular.

3. Crear caos y desconfianza:
Hay veces que las fake news no buscan convencerte de algo, sino simplemente hacer un desmadre. Imagínate un grupo que quiere que nadie confíe en el gobierno, en los medios o en los científicos. Inventan cosas como “¡Las vacunas tienen chips!” para que la gente se pelee y dude de todo. Esto pasó mucho durante la pandemia, y créanme, no fue casualidad. Hay actores, incluso países, que usan la desinformación como estrategia para debilitar a otros.

4. Sátira o bromas que se salen de control:
No todo es tan malévolo. A veces, alguien hace un meme o una noticia falsa por risa, pero la gente no capta la broma. Por ejemplo, hace unos años circuló una noticia de que “los tacos de pastor causan adicción”. Era un chiste, pero hubo quien lo tomó en serio y hasta dejó de comer tacos. ¡Pobres tacos, no se lo merecen!

5. Venganza o difamación:
Por último, hay quienes usan fake news para hacerle daño a alguien. Puede ser un ex, una empresa rival o hasta un vecino. Publican algo falso como “¡Esta tienda vende carne de perro!” para arruinar reputaciones. Y como en redes todo se viraliza, el daño está hecho antes de que la verdad salga.
Entonces, resumiendo: las fake news existen por dinero, poder, caos, bromas mal entendidas o puro rencor. Pero, ¿cómo se fabrican? ¿Quiénes son los genios del mal detrás de esto? Vamos con eso.

 ¿Quién crea las fake news y cómo lo hacen?

Ahora que sabemos por qué existen, hablemos de quiénes son los que arman estas mentiras. No siempre es un villano con capa y risa malévola, aunque a veces parece. Aquí van los principales culpables:

1. Creadores de contenido sin escrúpulos:
Hay personas que saben que una noticia falsa va a pegar duro. Usan titulares exagerados y fotos editadas para que piques el anzuelo. Por ejemplo, una foto de un atardecer normal con un filtro rojo puede venderse como “¡El fin del mundo está cerca!”. Estos tipos suelen tener páginas web o cuentas en redes que parecen confiables, pero son puro show.

2. Bots y ejércitos digitales:
En el mundo digital, no todo es humano. Hay programas (bots) que publican y comparten fake news a una velocidad loca. Durante elecciones, por ejemplo, se han detectado miles de cuentas falsas en X o Facebook que comparten la misma mentira para hacerla viral. Esto no es magia, es tecnología pagada por alguien con una agenda.

3. Gobiernos o grupos organizados:
No nos pongamos conspiranoicos, pero es real que algunos gobiernos o grupos usan fake news como arma. Por ejemplo, en 2018, se descubrió que una campaña de desinformación en Brasil usó WhatsApp para esparcir rumores sobre candidatos. Esto no es solo cosa de países lejanos; pasa en todos lados.

4. Nosotros mismos (sí, tú y yo):
No todo es culpa de los “malos”. A veces, nosotros compartimos fake news sin darnos cuenta. Ese mensaje de WhatsApp que dice “¡Cuidado, hay un virus nuevo!” y lo reenvías sin checar… ¡pum!, ya eres parte del problema. Todos hemos caído alguna vez, pero la buena noticia es que podemos aprender a no hacerlo.
Y aquí va un dato que me dejó con la boca abierta: según un reporte de 2023, el 60% de los adultos en América Latina ha compartido alguna vez una noticia falsa sin saberlo. ¡Seis de cada diez! Así que no te sientas mal si caíste, pero sí hay que ponernos las pilas.

¿Cómo no caer en la trampa? Consejos prácticos

Llegamos a la parte más importante: ¿cómo le hacemos para no ser los tontos del cuento? Porque, seamos sinceros, nadie quiere ser el que comparte que “los gatos controlan el gobierno” y luego se entera de que era mentira.
 Aquí van cinco consejos prácticos para que no te la cuenten:

1. Checa la fuente:
Si lees algo en una página que nunca has oído o en un mensaje sin firma, desconfía. Busca si la noticia sale en medios confiables. Por ejemplo, si dice que “encontraron un dinosaurio vivo en Yucatán”, revisa si lo publicaron periódicos serios o solo un blog desconocido.

2. Cuidado con los titulares exagerados:
Si el titular suena como película de Hollywood (“¡El mundo se acaba en 3 días!”), probablemente es falso. Las noticias reales suelen ser más aburridas. Lee el artículo completo, no solo el título.

3. Verifica las fechas y el contexto:
A veces, las fake news reciclan noticias viejas para hacerlas parecer nuevas. Por ejemplo, una foto de una inundación de hace cinco años puede usarse para decir que “¡hoy se inunda la ciudad!”. Checa la fecha y el lugar.

4. Usa el sentido común:
Si algo suena demasiado loco para ser verdad, probablemente no lo es. Por ejemplo, “¡Comer mango te hace inmune al cáncer!”. Suena bonito, pero la ciencia no funciona así. Pregúntate: ¿esto tiene lógica?

5. Usa herramientas de verificación:
Hay sitios como Snopes, FactCheck.org o Maldita.es que se dedican a desmentir fake news. También puedes buscar en X lo que dice la gente, pero cuidado, porque ahí también hay mucha desinformación.
Y un tip extra: no compartas nada sin leerlo primero. Ese mensaje de WhatsApp que dice “¡Urgente, reenvía!”… mejor bórralo. La mayoría son cadenas viejas que solo buscan asustarte.

 Reflexión y llamada a la acción

Y con esto, llegamos al final de nuestro episodio. Las fake news son como los tacos de dudosa procedencia: pueden parecer ricos, pero te van a hacer daño si no los checas bien. En serio, vivimos en un mundo donde la información vuela, y no todo lo que brilla es oro. La buena noticia es que nosotros tenemos el poder de no caer en la trampa.Así que, la próxima vez que veas un mensaje alarmista o una noticia que te saque de onda, para un segundo, respira y verifica. No dejes que te manipulen por dinero, política o puro desmadre. Y si todos ponemos de nuestra parte, le hacemos la vida más difícil a los que quieren desinformarnos.
¿Qué te pareció este tema? ¿Alguna vez caíste en una fake news? Escríbeme en X o mándame un mensaje, que quiero saber tus historias. Y si quieres que investiguemos alguna noticia dudosa, nomás dime y le damos una revisada. ¡Nos leemos en el próximo episodio de Educando a la pobrería! ¡Cuídense y no crean todo lo que ven en el celular!

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