Suicidio: Cuando la vida se pone tan jodida que apagarla parece opción


Dr Hugo A Fiallos

🎧 INTRODUCCIÓN

¡Hola a todos y bienvenidos de nuevo a Educando a la Pobreria, donde agarramos los temas que nadie quiere hablar y los revolcamos hasta que tengan sentido.
 Hoy vamos a hablar de algo que, por jodido que suene, nos toca a todos. Y no, no es el precio del huevo. Hoy vamos a abordar un tema difícil pero muy importante: el suicidio. 
Vamos a hablar sin rodeos de eso que muchos piensan pero pocos dicen: qué pasa cuando la vida se vuelve tan insoportable, que la UNICA salida que de ve es un adiós definitivo. Es una palabra difícil de decir y un tema aún más complicado de pensar, pero entenderlo es el primer paso para manejarlo
 Y sí, va con base científica, pero sin palabritas técnicas culeras. Aquí venimos a entender, no a sonar sabiondos, sé que suena pesado, y lo es, pero no te preocupes, lo vamos a desglosar juntos de una manera fácil de entender, basada en lo que la ciencia nos dice, y con un poco de humor para que no se sienta tan Pesado. Vamos a explorar qué es el suicidio, por qué ocurre, cómo identificar las señales y qué podemos hacer para apoyarnos mutuamente. Así que agarra lo que estés tomando, ponte cómodo y empecemos.

Antes de empezar, una advertencia: este episodio podría ser duro de leer para algunos. Si te sientes vulnerable o este tema te afecta de cerca, está bien dejarlo y regresar cuando estés listo. Y si tú o alguien que conoces está pasando por un momento difícil ahora mismo, no estás solo—quédate hasta el final para algunas ideas de donde podrias conseguir ayuda.
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🧠 ¿QUÉ ES EL SUICIDIO Y QUÉ NO ES

Bien, comencemos con lo básico. El suicidio es cuando una persona decide poner fin a su propia vida. La ciencia nos dice que el suicidio no es un acto al azar. Suele ser el resultado de una lucha profunda y prolongada, como una condición de salud mental que se ha acumulado con el tiempo.Es el resultado final de una mezcla de mierda: dolor emocional, problemas no tratados, aislamiento, y una total desesperanza.
 El suicidio no es cobardía.
 No es pecado.
No es querer llamar la atención.
 Es un grito desesperado.
📚 Según la OMS, más de 703,000 personas se quitan la vida cada año. Y por cada una que lo hace, hay otras 20 que lo intentan. Pero claro… de eso no hablamos, ¿verdad? Es un número grande, y detrás de cada uno hay una persona, una historia y gente que los quería. No se trata de debilidad ni de rendirse—es más bien como si el cerebro quedara atrapado en un ciclo de dolor que parece imposible de superar, y a veces no se puede seguir adelante sin ayuda.
Por qué cuesta tanto hablar de esto? Muchas personas se sienten incómodas porque creen que mencionarlo podría provocarlo, como si fuera un mal augurio. Pero la investigación demuestra que no es así—hablar de ello abiertamente puede reducir el riesgo. Estudios, como los de la Asociación Americana de Psicología, indican que sacarlo a la luz disminuye la vergüenza y da a las personas la oportunidad de buscar apoyo.
Así que no vamos a evitarlo. El suicidio puede afectar a cualquiera—jóvenes, mayores, ricos, pobres, a cualquiera. No es una decisión tomada a la ligera; a menudo es la forma en que el cerebro intenta detener un sufrimiento insoportable. Y ahí es donde entramos nosotros—para aprender, entender y apoyar.

 EL SUICIDIO EN HONDURAS, DONDE TODO ES RIESGO

Honduras reporta una tasa de 2.6 suicidios por cada 100 mil habitantes (2020). Pero no te confundas: los intentos y los que no se reportan son muchos más.
De 2015 a 2019: 1,801 personas se quitaron la vida. El 83 % fueron Varones. Porque claro, al hombre se le enseña a callar y aguantarse. Pero saben que? no funciona.
En Tegucigalpa, San Pedro y alrededores, las muertes por suicidio son más frecuentes que las campañas de salud mental. Ah, no, perenme… es que no hay campañas de salud mental.
📍 Los más afectados por este problema son:
Jóvenes de 19 a 30 años.
-Gente de zonas rurales que no tiene ningun acceso a salud, imaginese que no hay ni paracetamol, van a tener un psicólogo cerca. La unica ayuda disponible es el guaro, y ese es un muy mal consejero.
-Personas LGTBQ+ a esta alturas del sigo continuan siendo marginadas, estigatizadas, hostigadas y rechazadas en casa, en la iglesia y en la escuela.

¿POR QUÉ LA GENTE SE SUICIDA?
Spoiler: no es porque alguien no le dio like a su selfie.
Profundicemos en por qué alguien podría pensar en terminar con su vida. Esto no es adivinar—es lo que los expertos han descubierto tras años de investigación. La mente es compleja, y cuando está bajo estrés, no siempre funciona como queremos.
Un factor importante son las condiciones de salud mental.
 La depresión sin diagnosticar es el más común. (porque aquí ir al psicólogo es “de locos”) No se trata solo de sentirse triste un día porque llovió—la depresión es una enfermedad seria donde los químicos del cerebro, como la serotonina, se desequilibran. Estudios muestran que alrededor del 60% de las personas que mueren por suicidio tenían un trastorno de salud mental diagnosticado, a menudo depresión o ansiedad. Es como si el cableado del cerebro se enredara, haciendo que todo parezca sin esperanza. Les recomiendo leer el episodio de mi podcast donde hablo de la melancolía y la depresión .
Luego están las situaciones de vida. Perder un trabajo, a un ser querido o enfrentar problemas económicos puede acumularse. La investigación del Instituto Nacional de Salud Mental indica que el estrés crónico puede desgastar la capacidad del cerebro para sobrellevar las cosas, como dejar la batería de un teléfono en cero. Los traumas—como el abuso o la pérdida de alguien cercano—también pueden dejar cicatrices duraderas que hacen que alguien se sienta atrapado.
El uso de sustancias es otro elemento. El alcohol o las drogas pueden afectar el juicio y hacer que los pensamientos oscuros sean más fuertes. Los datos sugieren que hasta el 25% de los casos de suicidio involucran abuso de sustancias, porque estas pueden amplificar los sentimientos de desesperanza.
Violencia doméstica, abuso sexual, pobreza crónica, Bullying, rechazo familiar, presión social, religiones que condenan en lugar de acompañar.
Y aquí hay algo interesante: a veces no es solo una cosa. Es como una tormenta perfecta—enfermedad mental, estrés de vida y quizás una falta de apoyo, todo juntándose. El cerebro empieza a ver la muerte como una salida, aunque sea una solución falsa. Los científicos llaman a esto “distorsión cognitiva”—cuando la mente tuerce la realidad en algo que no es.
Ahora, no todas las personas que están luchando contra estos pensamientos, se dejan vencer, y eso es clave. Muchas tienen estos sentimientos, pero encuentran formas de seguir adelante con ayuda. Y ahí es donde podemos marcar la diferencia.

📉 Señales de alerta (por si te importa alguien y no sólo sus memes):
Muy bien, pasemos a lo práctico. ¿Cómo sabemos si alguien está pensando en el suicidio? La buena noticia es que hay señales que podemos observar, La ciencia nos dice que estas señales a menudo aparecen cuando la persona está en un estado de crisis. Estudios muestran que el 75% de las personas que piensan en el suicidio dan alguna pista antes de actuar, ya sea verbalmente o con sus acciones.
 Dichas señales no son infalibles, pero son un buen comienzo.
Primero, busca cambios en el comportamiento. Si alguien que normalmente es sociable se vuelve callado, se aísla, cambia de humor o duerme todo el día o alguien activo de repente deja de hacer cosas que le gustan, podría ser una señal.
Frases como “no quiero seguir” o “todos estarían mejor sin mí” no son solo comentarios casuales—tómalos en serio.
También presta atención si alguien empieza a regalar cosas importantes o se aísla más de lo usual.
La mayor parte del tiempo quienes están considerando la posibilidad de suicidarse publican indirectas en sus msjs o paginas sociales, pero sus amigos o familiares andan ocupados viendo TikTok.
La prevención empieza por abrir los ojos. Y cerrar el hocico para escuchar.

🛡️ ¿SE PUEDE PREVENIR EL SUICIDIO? SÍ, PERO HAY QUE MOVERSE
 Lo primero: dejar de juzgar y empezar a preguntar.
¿Y cómo ayudamos? Aquí van algunos pasos basados en lo que los expertos recomiendan:
Pregunta directamente, pero con cuidado: No temas decir, “¿Estás pensando en hacerte daño?” No vas a poner ideas en su cabeza—de hecho, abrir la conversación puede aliviar la presión.
Escucha sin juzgar: Si alguien te cuenta sus problemas, no digas “tienes que animarte” o “puedes con eso”. Solo escucha. A veces, eso es más poderoso que cualquier consejo.
Busca ayuda profesional: Un psicólogo o psiquiatra puede ser como un mecánico para la mente. Anima a la persona a contactarlos. Pero Psicoterapia real, con gente que estudió y no solo da consejos en Facebook.
No dejes a la persona sola: Si crees que el riesgo es alto, quédate con ellos o avisa a alguien de confianza.
Tratamientos como la Terapia Cognitivo-Conductual, o la Terapia Dialéctica-Conductual, que no es una secta: es ciencia.
Actividades comunitarias, educación emocional desde pequeños, acceso real a salud mental… Ah, cierto, eso aquí no lo hay…
Terapia..
Pero no te desanimes. Si sobrevivimos al Hospital escuela y al IHSS desde hace años, también podemos con esto.
🗣️ En este punto, me gustaria recalcarles que No hay que entenderlo todo para acompañar. A veces sólo basta con estar.
Si estás escuchando esto y sientes que estás en un momento oscuro, déjame decirte algo: pedir ayuda no es signo de debilidad, es de valentía. Es como ir al médico cuando te duele el estómago. Aquí tienes algunos recursos:
En Honduras, marca el 150 para el Telefono de la esperanza, una línea gratuita, anónima y disponible las 24 horas.
En emergencias, el número general es el 911.
Si estás en otro país, busca líneas locales de ayuda
Habla con alguien de confianza: un amigo, un familiar o un profesor. No tienes que pasar por esto solo.
Y si no sabés qué decir, sólo decí: “No estoy bien. Necesito ayuda.”
Eso basta.
Y para quienes están apoyando a otros, cuídense también. No seas como alguien que carga todas las compras solo y termina agotado. Hablar con un terapeuta o tomarte un descanso es importante para ti también.
💥 CIERRE
> Este episodio no fue para deprimirte. Fue para decirte que no sos invisible.
Si estás mal, no estás loco. Estás vivo. Estás sintiendo. Y eso no es debilidad, es humanidad.
Hemos llegado al final de este episodio de Educando a la Pobreria. Sé que el tema fue intenso, pero hablar de esto es como limpiar una herida—duele un poco, pero ayuda a sanar. Si conoces a alguien que está pasando por un mal momento, acércate, escucha y no tengas miedo de hablar del tema. Y si tú estás en ese lugar oscuro, recuerda: no estás solo, y siempre hay una salida, aunque no la veas ahora.
Gracias por acompañarme en este viaje. Si te gustó el episodio, compártelo con tus amigos, déjame un comentario.
Nos encontraremos en el próximo episodio, mi querida Pobreria, han sido ustedes educados. 
Y recuerda: juntos somos más fuertes de lo que pensamos.


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